miércoles, 8 de mayo de 2013

Un pico.

Prepáreme el último. Es lo que necesito.
Sólo así podré dejar esto.


El último. Lo prometo.






Es como estar en una nube. No importa nada ni nadie. Los problemas son una bruma, estás ausente de todas las cosas que no son importantes... cuando llegas al pico.

Entonces llega ese estado de euforia, digamos, retardada. Ves cómo los escalones vibran en cada peldaño, la suela de sus vans se comprime para soltar la presión en la siguiente zancada. Un chirrido. Él se gira. Ves cómo salta sin dirección predeterminada una milésima parte de la goma que acababa de comprimirse. 
Sonríes.



Poco a poco se pasa el efecto, tu palabras quedan ahogadas en el volumen de su Ipod y se desvanece.
Abres los ojos y ves techo.

Tu habitación y una jeringuilla pendiendo de tu brazo.




Necesitas otro pico más para salir de toda esta mierda.

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